‘Mr. Robot’ para no.fotógrafos
Esta es la esta segunda y última parte sobre Mr. Robot —al menos hasta que salga la tercera temporada ;)
Esta es la esta segunda y última parte sobre Mr. Robot —al menos hasta que salga la tercera temporada ;)
Actualización: Ya salió la tercera temporada pero aún no la veo 🙈.
En el post anterior escribí sobre por qué Mr. Robot es relevante al contar una historia sobre informática. En esta ocasión, toca analizar otra de las peculiaridades que hacen particular a esta serie: su fotografía.
Primero, haré algunos supuestos basados en la época y situación en la que nos encontramos:
Te gusta o interesa Mr. Robot (si no, no estarías leyendo esto).
Eres súmamente visual (si no estás seguro, piensa en el primer meme que te venga a la mente… ¡ahí lo tienes!).
Tienes acceso a una cámara (la de tu teléfono móvil, probablemente).
No tienes conocimientos “formales” de fotografía (es decir, lo que sabes sobre el tema es empírico, producto de tener una cámara e Instagram a mano todo el día, todos los días).
Si cumples con lo anterior, es probable que al ver Mr. Robot te parezca que hay algo «raro» en las imágenes pero no sepas exactamente qué o por qué. A manera de ejemplo, veamos una de esas imágenes «raras» que es bastante recurrente en la serie:
Para entender por qué esta imagen es rara, hemos de hablar de los encuadres (la composición de la imagen) que utiliza la serie. En términos simples, la composición tiene que ver con dónde en la imagen aparecen los personajes, qué tanto espacio ocupan, hacia donde miran, qué está enfocado, etc.
La regla básica de la composición es la llamada «regla de tercios» que consiste en dividir la imagen con cuatro líneas imaginarias y acomodar los elementos en los vértices o sobre las líneas. El por qué nuestro cerebro concibe esta composición como «correcta» y «estética» tiene que ver con siglos de historia del arte y algo de matemáticas..
La siguiente imagen utiliza la regla de tercios para crear una composición tradicional: el sujeto está sobre la línea del primer tercio, la cara (a lo que se le quiere dar mayor atención) está sobre uno de los vértices y el «aire» (el espacio libre del cuadro) está del lado hacia donde mira.

Si compramos esta última imagen con la de la serie, puedes comenzar a deducir qué es lo que está pasando: Elliot está del lado derecho, abajo y casi sin «aire»; al revés de lo que la composición tradicional sugiere.
Tenemos entonces que este acomodo causa extrañeza; la falta de «aire» causa asfixia. La composición, pues, no solo ayuda a crear imágenes «estéticas» sino que se convierte en una herramienta narrativa: los encuadres «raros» ayudan a contar la historia.
Down the rabbit hole
La composición que analizamos es solo un ejemplo de estos usos narrativos, pero la serie está plagada de ellos; lo cual hace patente la atención al detalle del director y de todo el equipo, y claro, de la habilidad del director de fotografía.
Para saber más sobre el tema, en Reddit Jon Kovacs hace un análisis interesante y muy atinado sobre por qué ciertas escenas estan encuadradas de esa manera.
Así mismo, Yorokobu publicó dos análisis sobre la fotografía de Mr. Robot escritos por quien, asumo, es un súper fan:
Mr. Robot: la cámara y la psicología de un hacker
Elliot Alderson confunde los recuerdos con lo imaginario y lo real con las alucinaciones. Nos habla, aunque no rompe la…www.yorokobu.es
Mr. Robot (II): Combate de despacho
A la izquierda, con cazadora azul, Elliot Alderson. A la derecha, con traje a medida e impecable corte de pelo, Tyrell…www.yorokobu.es
Epílogo
Advertencia: Puede que esta sección contenga spoilers.
Cuando vi el primer capítulo de Mr. Robot temí que la trama fuera igual a la de cierta película sobre un narrador y su empresa de hacer jabones. Nueve capítulos después corroboré mis sospechas.
Hay otras cosas que suenan familiares ya que Sam Esmail, creador de la serie, tiene varias fuentes de inspiración. La gente de Wisecrack hizo un video que las resume:
Tiene sentido, a final de cuentas, todo es un remix.
N. del A: La sintaxis del título (el uso del punto para unir dos o más palabras para crear una nueva palabra-idea) es tomado de los escritos de Edson Lechuga, escritor y buen amigo.