Estoy escribiendo una novela
tl;dr
Estoy escribiendo una novela. Llevo un tiempo haciéndolo pero no hablaba de ella con nadie. En 2024 empecé a contarle a amigxs y eso la volvió más “real”. Este post es el siguiente paso; me sirve ejercicio mental para mencionar el tema a una audiencia desconocida —aunque no necesariamente mayor 🙃—. Iré añadiendo actualizaciones conforme el proceso avance.
Outtakes y otros textos relacionados con la novela
Pelea de adolescentes
Este es un outtake de la novela que estoy escribiendo. Era una escena más larga para mostrar la relación entre dos de los personajes que se conocen desde niños. La exploración de nuestra percepción de la realidad y la memoria es una idea que me gusta y la idea de una pelea adolescente (sin sentido como toda violencia) me divierte pero finalmente no cuad…
La pecera
No entiendo cómo es que La Dirección, en toda su sabiduría y presupuesto, no se dio cuenta de que la mesa era muy grande para la sala. Se gastaron un dineral en la reforma y el rebranding para hacer que este departamento se convirtiera en un spin-off
La versión extendida
Empecé a escribir lo que ahora es un proyecto de novela —aún sin título definitivo— poco antes de la pandemia. Fue noviembre de 2019 según recuerdo y estaba en Ciudad de México. Fue la evolución de un relato que tenía escrito desde 2016. Se lo mostré a mi tutor de escritura, le conté el trasfondo, me incitó a expandirlo, a profundizar en el tema, a sacar las ideas que acompañaban a ese primer texto.
Escribí a consciencia, dedicándole horas que durante el 2020 eran más fáciles de encontrar, encerrados en casa mientras el mundo como lo conocíamos se desdibujaba entre historias de pérdida y empuje humano. Eventualmente volvimos a las calles, a la “nueva normalidad”, y, un poco después, a que todo volviera a ser (casi) igual que antes. También volví a Barcelona.
En los siguientes años, continué con la el proyecto a trompicones, en periodos muy espaciados, tratando de sortear trabajos cada vez más demandantes y una serie de eventos desafortunados (como los libros, pero en mi caso menos fantásticos).
Durante todo este tiempo nadie, excepto mi pareja sabían de la existencia de esas casi ochenta páginas. En 2024, aprovechando mi reciente desempleo —uno de esos eventos desafortunados—, decidí dedicarle tiempo de nuevo a la novela; tomármela más en serio. Me apunté a un taller de finalización de obra y, a lo largo del año, con la ayuda de mis compañerxs, escribí y re-escribí las ochenta páginas —que se volvieron tres, luego veinte, luego cinco, luego treinta, etc.— hasta lograr que la historia fuera tomando más forma, volviéndose más sólida y un poco más literaria. Tengo que añadir, con toda honestidad, que esos avances tan fáciles de describir en unas cuantas palabras, tienen detrás horas de frustración y desespero causados por una mezcla de expectativas auto-impuestas altísimas, mi tendencia a “ver desde la escasez” (mi terapeuta dixit) y una pizca de indisciplina—.
En algún punto del proceso, por ahí de junio, flotando en el océano de las posibilidades narrativas y buscando apoyo emocional entre amigxs y personas más experimentadas en el oficio, me di cuenta de dos cosas: la primera, súper obvia, que escribir una novela es mucho más difícil de lo que parece; la segunda, que mucha gente cercana no sabía que estaba escribiendo —ya no una novela, sino que escribo, desde hace tiempo y a quienes les había contado de «mi novela» no sabían de qué se trataba—.
Sobre lo primero no había mucho más que hacer que seguir en ello. Sobre lo segundo, me mudé a Substack y empecé a promocionarlo, pero más importante aún, empecé a contarle a la gente cercana sobre la novela. Les conté sobre la premisa, la trama y los personajes. Al hacerlo, la idea empezó a existir fuera de mi cabeza. Hablar del tema me ayudaba a tener las cosas más claras; gente de diferentes rubros y experiencias me daba su opinión y esto enriquecía, pulía y añadía a las situaciones del texto. Tendría que haber empezado antes. Me parece absurdo que haya tardado tanto en hacer lo que ya había aprendido desde hace años en mi experiencia trabajando en y para startups: cuéntale tu idea a la gente sin miedo. Pero hay algo en escribir que me impone tanto que me desasocia del conocimiento que tengo en otras partes de mi vida. Probablemente viene de la misma mezcla de expectativas altísimas y mirada desde la escasez.
Esta semana, mientras preparaba el texto para enviar, pensé que aunque aquí es obvio que escribo, nunca he mencionado la existencia del proyecto de novela —excepto en una nota reciente y muy por encima—. Siguiendo la idea de aprender en público, decidí crear este apartado sin lineamientos claros de para qué sirve más allá de «para que exista»; para que haya un lugar donde diga que estoy escribiendo una novela… y tal vez, un grupo de gente que no conozco en persona se entere y todo esto la haga un poquito más “real”.