Re-visitando
Hace poco escribí sobre la mudanza a Substack y creo que, al fin, puede darse por terminada.
Hace poco escribí sobre la mudanza a Substack y creo que, al fin, puede darse por terminada.
Todas las mudanzas son latosas, a ratos complejas. Tienes esa duda sobre qué llevar y qué dejar atrás, el cuestionamiento constante de si no te estarás dejando algo. A la vez aparece esa emoción de empezar a poner todo en su lugar —a veces en lugares que antes no parecían adecuados—, de reencontrarse con cosas que ya no recordabas que habías hecho —y decir «ah pues que bien está esto» (o no)— y retomar otras que se habían quedado en la caja de «para luego».
Así que, ahora que los textos, muchos de ellos re-editados y re-masterizados, tienen nueva casa, lo que queda es ir a saludarles cual vecinxs de película hollywoodense. Permítanme hacerles una visita guiada por las nuevas habitaciones, mostrarles la nueva decoración y hablarles de la luz que entra por las ventanas ¡Bienvenidxs!
148p
Estas son historias de (auto)ficción de ciento cuarenta y ocho palabras exactas. ¿Por qué ese número? Por la amalgama de dos ideas: una, cuando este proyecto empezó —ca. 2016— con la idea de hacer textos cortos y constantes, Twitter (y para mi siempre será Twitter) tenía el límite de ciento cuarenta caracteres; dos, el formato de video —cuarenta y ocho cuadros progresivos, 48p— por mi cercanía al cine y aproximación “visual” de las historias. En todo caso, aquí hay tres de las que más me gustan de antaño:
El encuentro con una señora un jueves por la mañana narrado en tono de cine noir.
Hasta entre los perros hay razas
Parte de 148p: historias de ficción (o auto-ficción) contadas en ciento cuarenta y ocho palabras exactas.
El reencuentro de una pareja, años después de separarse.
Las cuatro y diez
Parte de 148p: historias de ficción (o auto-ficción) contadas en ciento cuarenta y ocho palabras exactas.
Una escuela técnica para monjas especializada en oficios relacionados con “cosas que son del diablo”.
Carta de motivación
Parte de 148p: historias de ficción (o auto-ficción) contadas en ciento cuarenta y ocho palabras exactas.
De más de cien palabras
En relación a textos más largos, tengo aún algunas dudas sobre cómo estructurar el contenido. Tengo textos que son de ficción y otros —que también me gustan mucho— que son ensayos o reflexiones; antes estaban todos juntos, no sé si deberían seguir así pero de momento, sí.
A continuación, uno de cada tipo (si tienes alguna idea, o experiencia, de cómo mejorar la organización —o cualquier otra cosa—, no dudes en dejar un comentario):
Una historia, basada en un hecho real, con un narrador atípico.
Me dediqué a hacer foto mucho tiempo y me gustan mucho las series. Escribí un tutorial sobre las dos cosas.
‘Mr. Robot’ para no.fotógrafos
Esta es la esta segunda y última parte sobre Mr. Robot —al menos hasta que salga la tercera temporada ;)
Y hasta aquí llegamos de momento.
Gracias por tu visita, los textos no comen pastel ni galletas —o lo que sea que se lleve para esas ocasiones—, pero pueden darle un like o compartirlos con amigos y conocidos a quienes pueda serles interesante. ¡Gracias!
— jl
tarde día del martes,
desde mi escritorio, con lluvia del verano que se apaga.
Me encanta <3
Me encantan, Jorge. ¡Nos leemos! :)